domingo, mayo 5

Calderas de biomasa, la mejor opción para mejorar la calificación energética

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Calderas de biomasa, la mejor opción para mejorar la calificación energética

La Unión Europea ha apostado por un modelo de construcción más eficiente y respetuoso con el medio ambiente, tanto es así que en los próximos años ya no sólo afectará a los edificios de nueva construcción sino a los ya existentes, como indica la directiva EPBD (Energy Performance Building Directive) obligando a reducir las emisiones de CO2 y acercándonos al modelo energético de edificios de consumo casi nulo de energía a partir del año 2020.

En el caso de la rehabilitación edificios ya existentes, se tendrán que ir mejorando las instalaciones y sustituyendo progresivamente los sistemas de calefacción más contaminantes, como es el caso de los basados en energías fósiles, por sistemas renovables y que tengan un balance cero de emisiones de CO2, ya que este punto es el que tiene mayor importancia a la hora de evaluar las emisiones del edificio y obtener su calificación energética.

Dentro de las energías renovables tenemos diferentes opciones según la zona climática en la que nos encontremos. Podremos utilizar sistemas de captación de energía solar, tanto térmicos como fotovoltaicos, sistemas eólicos, instalaciones de geotermia o calderas de biomasa.

Los tres primeros tienen el problema de requerir una inversión alta y la realización de obras de gran complicación técnica, sobre todo si nos encontramos en edificios a rehabilitar, como por ejemplo, la colocación de captadores solares en los tejados, la colocación de turbinas eólicas que, además, pueden producir problemas de vibraciones en la estructura del edificio, o la excavación de pozos geotérmicos.

Además, todos estos sistemas tienen que ir asociados a un sistema de apoyo tradicional (caldera), para garantizar que se cumple la demanda de calefacción y agua caliente de todo el edificio, que debería ser de biomasa si queremos conseguir el balance cero de emisiones.

Entonces, ¿cómo se pueden simplificar todas estas actuaciones tan complicadas desde el punto de vista técnico y económico?

La biomasa parece ser la respuesta.

Desde el punto de vista técnico, es mucho más sencillo y consistiría en sustituir la actual caldera de carbón, gasóleo o gas, por una de biomasa, haciendo unas simples modificaciones en la instalación y adaptando los depósitos de combustible para transformarlos en silos de almacenamiento de biomasa con un sistema automático que alimente a la caldera, para no perder confort en la alimentación del sistema.

Desde el punto de vista económico, ya encontramos precios muy competitivos en las calderas de biomasa y que prácticamente son iguales a los de las calderas de gas y, las obras a realizar son más baratas que las que tendríamos que realizar con los otros sistemas. Además, si hablamos en cuanto a rendimiento y precio del combustible, si tomamos como ejemplo los pellets, actualmente este combustible es más rentable que el gas natural y, mucho más que el gasóleo y el carbón. Esto se debe que aunque los pellets producen menos calor por tonelada que los combustibles fósiles, el precio actual de los mismos es también menor.

Ejemplo de caldera de biomasa

Ejemplo de caldera de biomasa (fuente: http://www.sustainableprocessimprovement.co.uk/)

Por tanto, las instalaciones de biomasa tienen que ser el pilar sobre el que se asiente el mercado de la edificación en los próximos años y, por tanto, la mayor demanda de combustible, debería fortalecer la creación de una economía basada en la gestión de los recursos naturales y, en especial, del sector forestal como gran productor de la misma.

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